Estoy cansado ya de evitar, cansado de lidiar
el miedo que me persigue cada jornada,
el miedo que se pasea por la montaña.

No quiero más que tranquilidad para contemplar
aquella sonrisa sencilla que espera en casa,
mi casa pequeña clavada en la montaña.

Que nadie coseche lo que sembré,
que nadie me robe lo que trabajé,
que nadie quiera sacarme de mi tierra.

Oye el fuego gritar de noche en la montaña,
rompiendo la oscuridad de noche en la montaña.

Mi vida y mi libertad están en manos de alguien más
mi vida perdida, escondida en la montaña
y no tengo nada más que mis plegarias:

Que la muerte no me encuentre y que no te olvides de mí,
que pueda volver a tiempo y que pueda volver a hacerte feliz,
que pueda olvidar mis noches en la montaña.

Oye el fuego gritar de noche en la montaña,
rompiendo la oscuridad de noche en la montaña

Camino, camino, camino y ya no sé lo que persigo.
Peleo por cosas que no me dicen nada,
por cosas que no se entienden en la montaña.

He visto caer a tantos que caminaron conmigo,
y a mi hermano convertido en mi enemigo

Oye el fuego gritar de noche en la montaña,
rompiendo la oscuridad en la montaña.