Qué sabes de cordillera si tú naciste tan lejos hay que conocer la piedra que corona el ventisquero, hay que recorrer callando los atajos del silencio y cortar por las orillas de los lagos cumbrereños mi padre anduvo su vida por entre piedras y cerros. Los Angeles, Santa Fe fueron nombres del infierno hasta mi casa llegaba la ley buscando al cuatrero mi madre escondió la cara cuando él no volvió del cerro y arriba en la cordillera la noche entraba en sus huesos él que fue tan hombre y sólo lleva la muerte en su arreo. La viuda blanca en su grupa la maldición del arriero llevó mi viejo esa noche a robar ganado ajeno. Junto al paso de Atacalpo a la entrada del invierno le preguntaron a golpes y él respondió con silencio los guardias cordilleranos clavaron su cruz al viento. Nosotros cruzamos hoy con un rebaño del bueno arriba. en la cordillera, no nos vio pasar ni el viento. Con qué orgullo me querría si ahora llegara a saberlo pero el viento no más sabe donde se durmió mi viejo con su pena de hombre pobre y dos balas en el pecho. El árbol (Pablo Neruda - Rodolfo Parada) Suben sus héroes de la tierra como las hojas por la sabia y el viento estrella los follajes de muchedumbres rumorosas hasta que cae la semilla del pan otra vez a la tierra. Sacó salitre del martillo y extrajo lágrimas del suelo las elevó por sus ramajes las repartió en su arquitectura: Fueron las flores invisibles a veces flores enterradas. Este es el árbol de los libres el árbol tierra, el árbol nube, el árbol pan, el árbol flecha, el árbol puño, el árbol fuego, lo ahoga el agua tormentosa de nuestra época nocturna. Este es el árbol de los libres. Asómate a su cabellera toca sus rayos renovados toma tu pan y tu manzana tu corazón y tu caballo y monta guardia en la frontera en el límite de sus hojas.